Raro es el usuario que no ha escuchado hablar de la serie de estrategia en tiempo real, por lo que el título no tiene que luchar para hacerse un nombre entre sus competidores y parte con un posicionamiento con el que ya quisieran haber contado algunos similares. Su estilo de juego es de sobra conocido por todos, sencillo, dinámico y ágil… no necesita de explicaciones pesadas para que un usuario pueda disfrutar a la perfec
ción de todas sus opciones, y permite un acercamiento directo a la experiencia de Age of Empires. En último lugar, su ambientación histórica no necesita q
ue conozcamos un universo paralelo, una saga de fantasía o un argumento extremadamente complejo. Todos sabemos un poco sobre las principales civilizaciones de la Antigüedad, y con eso nos basta para no perdernos entre las distintas aplicaciones de esta ambientación en el videojuego. Todo a favor.
os antes los dos tipos disponibles: el cooperativo trata de superar una misión cualquiera con la ayuda de alguno de nuestros contactos de Games for Windows – LIVE. Por otro lado, los modos de competición nos enfrentan ante cualquier jugador disponible, realizando una búsqueda entre los que se asemejen a nuestro nivel de experiencia para evitar enfrentamientos en clara desventaja. Podemos jugar contra un único oponente, o incluso mapas de 2 vs. 2, aunque al final siempre tendremos el mismo objetivo: acabar con el contrario. Podemos adquirir expansiones, con dinero real, que añadirán nuevos tipos de partida como Defensa de Creta, en el que aguantar contra oleadas de invasores, o Escaramuza Total, con el que personalizar completamente cad
a uno de los aspectos de la partida. De esta forma elegimos Edad inicial, cantidad de recursos, número de oponentes…
Respecto a la juga
bilidad, Age of Empires Online no se diferencia demasiado de sus predecesores ‘offline’. Sigue con el estándar que utilizan la mayoría de los RTS, así que no es complicado hacerse rápidamente con los controles. El modo Capital es más parecido a un menú que, en lugar de estar distribuido en botones y pantallas, fuese accesible mediante la selección de edificios en el mapa, lo que daría lugar a la ventana correspondiente a la opción elegida. Este será el único momento de descanso, porque las partidas de Age of Empires podrán llegar a un ritmo frenético en ciertas misiones y mapas. Sin embargo, la distribución de las primeras fases permite que la curva de aprendizaje se escale de forma adecuada: los más veteranos pasarán rápidamente por esas misiones, y los que se acerquen por primera vez tendrán la posibilidad de aprender muy rápidamente. No es para nada un juego complejo, y por mal que se nos pueda dar, lo peor que vamos a perder es parte de nuestro tiempo.
A nivel técnico, hay que destacar el nuevo estilo gráfico que se ha dado a todo el título. Se ha optado por un diseño más caricaturesco, que a muchos podrá parecer aberrante, pero se ubica dentro de las expectativas que quiere marcar la compañía para el lanzamiento. Se intenta llegar a la máxima cantidad de usuarios posibles, y eso conlleva la utilización de un estilo más cercano y menos perfeccionado a un único segmento de jugadores. Es una técnica muy similar a la que se ha utilizado al adaptar ciertos juegos a Wii, Nintendo DS, móviles o redes sociales, y que hasta la fecha ha dado buenos resultados en general. Es más, los gráficos lucen bien y sirven para lavar la cara a un juego con casi 15 años de historia a sus espaldas, y agilizan su procesado de cara al juego online. El sonido está dentro de lo habitual, con distintas melodías que nos acompañarán durante las fases de juego pero que serán centro de atención para nuestros sentidos.
Pero, como decíamos al
n de los usuarios, y en ese aspecto todavía no tenemos muchos que decir. De momento, el desarrollo de Robot Games tiene unas bases bien asentadas, que cumplen a la perfección con los requisitos necesarios para convertirse en el MMORTS gratuito de referencia y un nuevo hito en la saga Age of Empires, pero a pesar de estos puntos a favor, el juego puede perderse rápidamente entre sus competidos menos expertos, más sencillos y con menos pretensiones. Vosotros tenéis la última palabra.
iones opcionales.
oras y, dicho sea de paso, incrementar los ingresos con tiendas online en las que las estanterías virtuales se llenan de compras destinadas a sacar mucho más partido del juego, muchas veces opcionales y cuestionablemente necesarias. Sin embargo, las micro-transacciones están marcando, y seguirán haciéndolo, un nuevo modelo de venta menos restrictivo y realmente atractivo para los desarrolladores de todo el mundo.
Aunque todavía no se ha fijado una fecha de lanzamiento, hemos tenido la oportunidad de probar la versión actual de Age of Empires Online. Una versión en la que todavía no se dispone de todas las campañas que finalmente harán su aparición, pero lo suficientemente variada como para podernos hacer una primera idea de lo que va a suponer este nuevo trabajo. Comenzamos con dos aspectos evidentes, la existencia de un cliente de descarga y necesidad de una cuenta Games for Windows Live, porque el nuevo juego de Microsoft no tendrá cuotas. Se soportará mediante un sistema de micro-transacciones con las que adquirir elementos únicos o ventajas importantes, pero no por ello tenemos que descartar la posibilidad de una versión en caja con ventajas adicionales.
Lo mejor
- Recupera la esencia de Age of Empires.
- Gratuito con suscripc
Lo peor
- Escasez inicial en cantidad de civilizaciones.
- Podría alejar a los usuarios más veteranos.
Con casi 14
años en la palestra, la saga Age of Empires se ha convertido en un referente para la estrategia, un equivalente al trabajo de Sid Meier en lo que a tiempo real se refiere. Entre versiones para distintas plataformas y expansiones, son más de 14 los títulos que han visto la luz desde 1997, con un corte característico qu
e ha logrado influir favorablemente en los desarrollos posteriores.
Pero los tiempos cambian, y la idea de “renovarse o morir” sigue estando vigente, puede que ahora más que nunca. Las estrategias de mercado actuales pasan, invariablemente, por crear productos orientados a un mercado repleto de ofertas multijugador: Esta vertiente intenta que los usuarios puedan obtener experiencias más enriqueced
Una de las tareas más complicadas para lanzar un producto es conseguir un posicionamiento en dicho mercado, tarea de complejidad proporcional a la cantidad de títulos de corte similar que exista en el momento indicado. Una lección que muchas desarrolladoras de MMORPG han tenido que aprender de forma dolorosa, y que las compañías más tradicionales están comenzando a aplicar con buen tino. En este sentido, era mortal de necesidad que se recurriese a una franquicia con un buen nombre a sus espaldas, caso de Age of Empires, para desarrollar un nuevo juego orientado a esta novedosa forma de enfocar el negocio de los videojuegos. Robot Entertainment y Gas Powered Games son los encargados de dar forma a esta nueva versión, siempre supervisada por la poderosa Microsoft Games Studios.
Lo primero que nos encontramos es un listado de las campañas disponibles. Decíamos que solamente se hallaba abierta la relativa a la civilización Helénica, pero ya se indica la existencia de una campaña Egipcia y un tercer hueco a rellenar. La campaña Griega está destinada al multijugador, y la segunda serviría para esos momentos en los que no queremos sobrecargar nuestra conexión a la red. Accedemos a la primera campaña, y se nos invita a escribir un nombre para nuestra ciudad, elemento básico en Age of Empires Online que va a marcar la principal diferencia con sus antecesores. La ciudad hace las veces de base de operaciones, el lugar que ocupará nuestra atención entre misión y misión. Sin embargo, esta parte del juego es más un menú gracioso que una verdadera partida.
Las ciudades tienen un nivel de desarrollo, de manera que conforme aumente iremos desbloqueando nuevos edificios disponibles. En los mismos podremos adquirir recursos, necesarios para desarrollar tecnologías, construir edificios u objetos de inventario. Las tecnologías serán aplicables en las partidas de mapa (que comentaremos más adelante), así como algunos de los objetos de inventario. También nos encontraremos con individuos con un gran símbolo de exclamación amarillo sobre sus cabezas, que nos asignarán misiones con las que conseguir dinero, recursos, experiencia y otras recompensas. Las primeras tareas disponibles hacen las veces de tutorial, y os recuerdan mucho a los mapas iniciales de cualquiera de los Age of Empires.
La personalización de nuestra ciudad es otro de los aspectos disponibles en Age of Empires Online. Además de los edificios “útiles” podemos comprar decoraciones, como estatuas de héroes o dioses, y distribuir cualquier elemento de la manera que queramos. Sin embargo, volvemos a reseñar que esta parte hace las veces de “Hall” y gestión de nuestra civilización. De hecho, los edificios apenas tardan en construirse ni sufrimos ataques o amenazas. Eso sí, tendremos que medir bien los recursos con los que contamos, aunque es posible recolectarlos con ciertos edificios u obtenerlos como recompensa en las misiones. Aún así, si es necesario comprar más lo haremos en la Tienda de Bienes, y para ello contamos con monedas de oro procedentes de los resultados de nuestros encargos.
Es el momento de cumplir alguno de esos encargos, y para ello accedemos a un mapa del territorio sobre el que se dibujan las ciudades más importantes y se marcan los lugares en los que tenemos que realizar una misión. Respecto a las ciudades, en principio solamente vemos la nuestra, aunque más adelante desbloqueamos la ruta hacia Mycenas. En lo que a misiones se refiere, si hacemos un clic podremos volver a ver un resumen de los objetivos, y se nos permite el acceso al mapa de juego. Es ahora cuando nos ponemos frente al Age of Empires que todos recordamos, modo de estrategia en tiempo real de lo más tradicional con la salvedad de que podemos aprovecharnos de algunas de las características adquiridas en la fase de juego relativa a la ciudad.
El estilo de juego es, por lo tanto, el habitual en cualquier RTS. En este sentido, Age of Empires Online no se desmarca de sus antecesores, salvo por la inclusión de un inventario. En principio contamos con 4 huecos aunque, mediante edificios de ciudad como el Almacén, podemos aumentar esa cantidad. En el inventario pondremos objetos que nos van a dar ventajas durante la partida, como la posibilidad de invocar nuevas tropas o mejorarlas. Estos elementos se descartan una vez utilizados, aunque pueden comprarse más en la fase de ciudad. Otra novedad es la existencia de uno o varios cofres de tesoro en los mapas, casi siempre custodiados por bandidos. Si recuperamos alguno, recibiremos recursos o incluso objetos para el inventario, así que es recomendable explorar el mapa para encontrarlos.
Por lo demás, las pantallas que hemos podido jugar son bastante variadas, una mezcolanza de las campañas de los Age of Empires anteriores. La dificultad no es excesiva, con lo que esta versión online se convierte en algo muy accesible incluso para los que no tengan experiencia previa en la saga. En cualquier momento podemos invitar a alguien para que nos ayude en un modo de partida cooperativo, pero este tipo de partida está restringido a ciertos mapas porque no en todos ellos se tendría la posibilidad de añadir un segundo usuario sin entorpecer la experiencia de juego, incluso perder muchos aspectos del mapa en cuestión. La primera impresión es que el modo RTS respeta completamente las versiones anteriores, y se ve mejorado por la inclusión de los elementos que desarrollamos durante la fase de ciudad.
Una vez superada la fase, regresamos a la ciudad para cobrar nuestra recompensa. Este es el momento de comprar planos para edificar nuevas construcciones, reajustar nuestro inventario y subir de nivel, si es posible. Cada subida de nivel trae 3 puntos de tecnología para que podamos desbloquear nuevos edificios, tropas, mejoras,… todas aplicables en el modo RTS. De esta manera, para contar con barcos de guerra tendremos que haberlos investigado en la fase de ciudad, no basta con construir el puerto. Lo mismo ocurre si queremos construir un mercado… por poner algunos ejemplos. Esta forma de evolución personalizada va a ser muy importante para iniciar nuevas misiones, ya que algunas tienen pre-requisitos de tecnología que tenemos que haber cumplido, y para enfrentarnos a otros jugadores.
Al igual que existen objetos de inventario para los mapas, existen otros “restringidos” a la ciudad. Este tipo de elementos son especiales, porque se usan en la fase ciudad pero sus ventajas se aplican en las fases de mapa. Por ejemplo, podemos usar una espada para que cierto tipo de tropa vea incrementado su ataque, o ropas para aumentar la salud de nuestros aldeanos. Estas “cartas” se aplicarían en cualquier partida, pero no se gastan nunca, y cada edificio o unidad tiene una serie de huecos en los que podemos aplicar estos objetos. Pueden comprarse más o incluso fabricarlas nosotros mismos si adquirimos las recetas, en alguno de los edificios de artesanía que pueden construirse. Por supuesto, conforme se avanza se van encontrando elementos de mejor calidad.
Junto con la tecnología, este aspecto es el que nos va a diferenciar completamente de otros jugadores, suponiendo una ligera ventaja cuando tengamos que enfrentarnos contra ellos. Las decisiones que tomemos al desarrollar la ciudad serán las que puedan marcar el tipo de partida que vayamos a plantear contra otro usuario, tanto a nivel de tropas como de ritmo de construcción. El modo multijugador tiene dos formas: cooperativo y PvP. El primero nos permite realizar alguna de las misiones anteriores con la ayuda de algún conocido del juego, y el segundo nos enfrenta con otros usuarios en mapas de 2 o más jugadores, de igual manera que las partidas equivalentes en cualquier Age of Empires… es decir, de forma exacta al modo de un único jugador, salvo que no hay una IA al otro lado.
A nivel técnico, el juego se aleja de los modelados tradicionales de la serie para utilizar unos de aspecto algo más caricaturesco. Aunque pueda resultar extraño, sobre todo acostumbrados a las formas anteriores, un diseño de este estilo sienta realmente bien al juego, si bien no dejamos de preguntarnos si este cambio radical no tendrá que ver con una intención de ampliar la gama de usuarios que encontrarán atractivo este producto. En cuanto a elementos, y en lo que en el modo RTS se refiere, nos vamos a encontrar con los mismos elementos que en los Age of Empires anteriores. Al final, las partidas en este modo de juego podrían reducirse a eso, el juego de siempre con nuevos gráficos a sus espaldas, si no fuese por los añadidos relativos a la fase de ciudad. Fase que, dicho sea de paso, comparte diseño con el resto del juego.
Entre las mayores dudas que se mantienen al acabar nuestras andanzas por Age of Empires Online, la tercera de las campañas es una que nos asalta de forma más recurrente. Casi no cabe duda de que se tratará del Imperio Romano, por importancia histórica al menos, y el sistema parece lo suficientemente abierto como para incluir muchas más culturas. Y no descartemos la entrada de las micro-transacciones en este campo, porque no sería de extrañar que algunas fuesen a cambio de dinero. Pero… ¿podrán jugadores de distintas civilizaciones colaborar o enfrentarse en partidas multijugador? Lo segundo parece mucho más probable que lo primero, y el sistema de niveles que comentábamos al principio ayudaría a que esos encuentros fuesen equilibrados gracias a un emparejamiento por experiencia.
Todavía falta mucho por ver de este juego, pero lo que hemos podido probar parece un sólido cimiento sobre el que puede construirse un título muy atractivo para una gran cantidad de jugadores. Age of Empires cuenta con muchísimos seguidores asiduos, y con muchos más usuarios que se han dejado caer, al menos una vez, por cualquiera de sus representantes. No cabe duda de que la apuesta pretende hacerse con un importante hueco, planteada con ausencia de cuotas y un diseño mucho más cercano, pero sin olvidarse del estilo de juego más tradicional y que ha marcado todos y cada uno de los títulos de la serie. El verdadero triunfo, a nivel de ganancias, acabará dependiendo de lo bien que funciones los servidores y lo atractivo de los elementos que se puedan adquirir… Dentro de poco podremos verlo.